Todos los que vivimos acá estamos, de una u otra forma, al corriente de la situación: Después de la dictadura, pasamos 20 años gobernados por un referente político: la Concertación de Partidos por la Democracia, o Concerta para los amigotes. Si bien en los años que mandaron el país creció, por diferentes episodios que no vienen al caso recordar, se generó un descontento contra la clase política. La confianza en las autoridades disminuyó, se les trató a todos de ladrones, que sólo velaban por sus propios intereses, que se rotaban en el poder. Y por sobre todas las cosas, que no había un eje conductivo e ideológico.
Y se fueron cascando, para dar paso a la Derecha, con sus promesas de cambio y mejoría en la situación. Pero ya todos hemos visto cómo ha resultado todo: alta desaprobación, protestas varias y un descontento que sigue. Y para qué andamos con cosas: con su ideología machista, homofóbica y social de libre mercado se han granjeado el no tenerla nunca fácil.
Ante esta situación, se me viene a la mente cierta pregunta que yo creo que ya hay que empezar a hacerla: ¿Qué vamos a hacer el 2014? ¿Qué alternativas como votantes (los que votamos) tenemos? Y la respuesta hasta el momento es: las mismas de siempre. Cero recambio de rostros y de pensamientos. Una oligarquía en la que ya no importan los partidos políticos, pues ante los ojos de la ciudadanía no hay diferencias. Todos reman para un mismo lado. El suyo propio.
Y quedamos en las mismas. Hasta ahora, aún no se ha divisado una alternativa de recambio y de peso, un movimiento o referente nuevo y fresco, que sea capaz de llevar el país por nuevos horizontes. No hablo de mesianismo, sino de una nueva idea de país, de hacia dónde queremos llegar.
Porque de lo contrario, ¿quién nos queda? ¿Superman?
UF! estamos mal, yo opto por una asamblea constitutiva o la anarquía jajaja!.
ResponderEliminarSe viene difícil la cosa, la mayoría no quiere mas de lo mismo pero con eso nos vamos a tener que conformar, salvo que de todos esos movimientos que se han levantado, surja un grupo que logre unir al pueblo en una asamblea, o algo así, que no quiera un liderazgo de una persona sino de actores sociales, y que se tome el poder de manera ciudadana presionando lo suficiente para que haya una re-estructuración total de la política chilena, dándole con ello el paso a los nuevos lideres.
Pero eso es una utopía en un país como el nuestro acostumbrado a que papito-presidente nos diga que hacer y pensar, nos cuesta mucho hacernos cargo de nuestra ciudadanía y nuestra responsabilidad en todo esto, porque vivimos echándole la culpa al resto de que no hace nada, siempre esperando que los políticos cambien por si mismos, no cachando que es el pueblo el que genera esos cambios, y por eso estamos así, con una política paupérrima que quiere solo beneficios para ellos y con jóvenes que se resisten a votar para ayudar a que esos políticos se vayan, osea, nos merecemos todo lo que nos pasa, por giles y cómodos.
Saludos! bienvenido a blogger otra vez!! que vuelvan esos tiempos!!
Bienvenido.
ResponderEliminarEs interesante este movimiento que se está generando, yo le pondría atención a ello, porque hay una suerte de revuelta social que debiese hacernos madurar, tal cual lo hizo ese proceso histórico que reseñabas (?)
Ahora, iremos a aprender mejor? He ahí la gran duda que me asalta por estos días.
Te leo, amigo mio.
Hay que ver un poco el ejemplo de las acampadas en España y en Europa en general.
ResponderEliminarAcá te dejo un vídeo muy bueno que ironiza con lo que son los políticos y lo que somos el resto.
http://youtu.be/UtTW72F8xo0
Bezozzz